En las faldas de la Malinche, rodeada de paisajes que evocan tranquilidad y tradición, se alza la Hacienda Soltepec, un hotel que combina el esplendor del México colonial con la comodidad contemporánea. Este emblemático lugar, situado en Huamantla, Tlaxcala, no solo ofrece hospedaje, sino una experiencia de viaje que despierta los sentidos y conecta al visitante con la riqueza cultural de la región.
Cuando se piensa en una escapada de fin de semana desde la Ciudad de México, pocos lugares combinan tan bien la historia, la gastronomía y el descanso como la Hacienda Soltepec, en Huamantla, Tlaxcala. A tan solo dos horas de la CDMX, este hotel es una joya arquitectónica del siglo XVIII que ofrece una experiencia única para quienes buscan alejarse del ritmo urbano sin recorrer grandes distancias.
La cercanía con la capital convierte a Soltepec en una opción perfecta para escapadas de pareja, reuniones familiares o viajes de negocios con un toque de encanto colonial. El trayecto es breve, pero al llegar, el visitante se encuentra con un ambiente de calma: jardines, vistas al volcán La Malinche y la hospitalidad característica de Tlaxcala.
La gastronomía de Hacienda Soltepec es otro de sus grandes atractivos. Su restaurante rescata los platillos tradicionales de Tlaxcala, fusionándolos con toques contemporáneos que conquistan paladares nacionales e internacionales.
Para los amantes del deporte, la hacienda sorprende con un campo de golf que se integra de manera armónica en el paisaje natural. Rodeado de montañas y con vistas espectaculares, este espacio invita tanto a jugadores experimentados como a principiantes a disfrutar de un recorrido inolvidable. Es un plan perfecto para combinar descanso, ejercicio y contacto con la naturaleza en un mismo lugar.
Además de sus cómodas habitaciones de estilo colonial, Soltepec ofrece piscina climatizada, salones para eventos, terrazas y espacios que conservan la magia de una hacienda viva. Quienes la visitan encuentran aquí un punto de equilibrio entre lo histórico y lo moderno.
Desde la hacienda, el viajero puede adentrarse en las tradiciones de Huamantla, famoso por la “Noche que Nadie Duerme” y la Huamantlada. A esto se suma la cercanía con Puebla y con atractivos naturales como la Malinche, lo que convierte la visita en una experiencia cultural, gastronómica y turística integral.
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